que saliendo por mis venas exorcisa mi memoria
que circula llevando fuego en cada orgasmo
que palpita y me recuerda que otra vez vuelvo a estar viva
Como todos los días, naciendo y muriendo. Asesinando mis alegrias y renovando mis tristezas. Como todos los días, sentada aquí. Transformando en palabras todas mis vidas, todas mis muertes.
¡Vaya! Hoy han pasado tantas cosas... Entre ellas, me di cuenta de que todo el tiempo pasan cosas. En la tarde fuí a clase de yoga... mis maestros están felices de que haya vuelto, yo también. Tanto así que nuevamente - ya he perdido la cuenta de las veces que he estado en este punto - decidí dejar el cigarrillo (sin contar de que para adentro siempre digo "después será el porro y definitivamente la coca"). A propósito, uno de ellos me dijo hoy que tenía bastante flexibilidad, que solo era cuestión de práctica. Luego sonrió... me miró y dijo: "es el problema contigo... demasiada flexibilidad, que así como la rigidez, tienden a alejarnos del centro" - que es donde se supone reside el equilibrio. Y yo lo miro y pienso... tal vez, es posible, puede ser. Y me voy a casa y en la buseta - que es como llamamos en Colombia al autobus - pienso en el viaje de fin año con el argentino, en lo mucho que me gustará estar con él en el caribe. También pienso en el Machu Pichu... y en Lorenzo que me invita a que lo descubramos juntos el próximo año. Y me acuerdo de Manuela, y lloro porque no puedo evitar que me siga doliendo su muerte, y me parece estúpido no superar algo que pasó hace tanto tiempo. De repente veo el carro (coche) de mi madre y me bajo para saludarla. Y resulta que anda en mil cosas... que debe llevarlo al taller, que hay que ir a recoger un cheque, que mi hermano está varado en algún lugar... y entonces me llevo a Santiago y a mis sobrinos en un taxi a casa. Y para entonces estoy hambrienta... y decido hacer tacos, vegetarianos por supuesto, ya son ocho meses sin carnes de animales muertos. Y por meterme a la cocina... tacos para tod@s! Tres horas allí... ¡y estoy tan llena! Un poco de mate... y vamos a navegar antes de comenzar a escribir la tesis. Un paso por el blog, me gusta mucho el comentario de Standby, y pienso que también puede tener mucha razón... que mejor no pienso tanto en el después... pero entonces pienso ¿Cómo? ¿Cómo diablos dejar de hacer algo que intento - como el cigarrillo - dejar una y otra vez sin conseguirlo? Pienso además en la inutilidad de pensar en ello, pienso en escribir otra entrada para el blog y en que a veces me da la sensación de que ya todo está dicho. TODO... menos los detalles de todo lo que vivimos, de todo lo que nos pasa, todos los días, los días cualquieras... de nuestra in/útil vida. |
En días como este es que no comprendo cómo es posible soportarme. Y no lo digo por l@s demás - ell@s solo me conocen en sanas y frugales dosis. Lo digo por mí, por mí que "tengo" la obligación de escucharme desde dentro y desde fuera, cada minuto, cada segundo. Y a veces me canso. A veces quisiera ser otra, completamente distinta. Ser - como querría Violeta - una chica de barrio. Ser - como me dice Diego - una madre renunciante. Ser - para orgullo de mis padres - una profesional exitosa. Ser otra cosa, distinta a todas las que soy. Olvidarme de todo, de tod@s. Que de repente nadie me conoza, que no conozca a nadie. Y comenzar a ser alguien encasillable, clasificable. (Simple... banal... convencional... normal...) Ser algo más soportable, más fácil, que no me desgaste tanto. Hay tanta vida en mi cabeza y le he puesto tanta "cabeza" a la vida que ya comienzo a sentirme muy vieja, a ser incapaz de reconocer lo otro... Insisto en afirmar que todo es lo mismo. Y a veces pienso que me encanta la idea de descubrir absolutamente todas las diferentes formas de lo mismo... pero eso es solo a veces. Ultimamente, la mayor parte del tiempo, me ronda la idea de... ¡Basta! Ayer me enteré que la bisabuela de una amiga había muerto... 93 años, y más que sorprenderme su muerte me causa curiosidad saber ¿Cómo es posible que haya vivido tanto? Yo llevo 22 ¡Y estoy tan cansada! |
Cinco años después te da por volver al mismo lugar. Todo sigue igual... pero se siente extraño. Sonries (todo el tiempo). Que la gente sepa que estás bien, que se te vea bien. - ¡Como ha pasado el tiempo! ¿Cómo estás, bien? Tu lo has dicho... Todo está bien. Yo sigo siendo Yo, Tu sigues siendo Tu... aunque no me reconozcas, aunque no te reconozca... aunque ya no sepamos ni siquera quienes somos. |
A veces creo... a veces no. A veces pienso... a veces no. A veces amo... a veces no. A veces muero... a veces no. A veces quiero... a veces no. A veces veo... a veces no. A veces no existe el siempre... siempre pasa únicamente a veces. |
La muerte visita mis sueños. Me levanta esta sensación de que algo terrible sucedió. El corazón late desbocado y las ideas son moscas dentro de la cabeza. Duele. Debo darme prisa, salir corriendo. Un repaso a los sucesos: imágenes del vino, del porro, de un juego, muchas palabras, un desconocido, la calle, la casa, el reloj. Regreso, miro. ¡Joder! Aqui - como siempre - todo sigue igual, todo es lo mismo. |
Por estos días en Macondo, 20 años después, se conmemora la desaparación de un pueblo. Solía llamarse Armero y enterrados yacen hoy 25.000 seres humanos que fueron sorprendidos por la fuerza de la naturaleza, por la furia del Nevado de Ruiz. Así que si enciendes la tele, prendes la radio o escuchas algunas conversaciones en la calle, te enterarás de la tragedia. Sabrás de aquella niña a la que fué imposible rescatar estando aún viva de entre los escombros, la que frente a una cámara se despidió de la vida con una sonrisa y un beso. Es probable que te salgan algunas lágrimas mientras escuchas la forma en que los sobrevivientes recorren su memoria y reviven el dolor a carne viva. Como la madre de la misma niña, la que dice que cuando se enteró de que la única manera en que le llevaran a su hija sería cortándola de la cintura hacia arriba - o hacia abajo - prefirió no volver a verla. Ciertamente es un hecho frente al que no puedes permanecer indolente. Solo que a mí, por ejemplo, me da más tristeza que la gente preste tanta importancia a un pueblo que ya está enterrado, a 25.000 almas que quizá estén decansando ahora en paz, mientras les es indiferente el hecho de hacer parte de las más de 40 millones que están siendo enterradas vivas, por puñados de guerra, oleadas de corrupción, avalanchas de pobreza, y rocas de codicia. Que sean los mismos 40 millones de personas que después de una lágrima desenfundan estúpidas sonrisas y expectativas por la próxima ganadora del Reinado Nacional de la Belleza - que también se celebra por estos días, con toda la pompa y parafernalia respectivas, en Cartagena de Indias-. Privilegiados los habitantes de Armero, ellos que sucumbieron al misterio superior de la naturaleza. Desgraciados nosotr@s, que con indiferencia cabamos las tumbas en las que otros habrán de enterrarnos. |
Ella es de quien todos se enamoran: una chica inteligente una mujer preciosa buena conversación grandes habilidades Todas las niñas quieren ser como ella todos los niños quisieran tenerla, tod@s nos enamoramos de ella. Y ella... que solo quisiera ser como cualquiera que solo quisiera cortarse las venas que sueña con sangre lavando su cuerpo alejando el dolor... alejandola de ella. |