el problema

El puto problema ha sido que se me dió más de lo necesario para la mera subsistencia material, pero no lo suficiente para cubrir todo aquello que ese algo "extra" me hizo comenzar a desear. Y hasta ahora - después del arrepentimiento - creo que no hay nada peor que un deseo insatisfecho.

Mea culpa

Por si acaso me sorprende la muerte pido hoy perdon por todas mis culpas. En primera instancia quisiera decirle a Dios que me perdone el hecho de haber prescindido de su existencia aún cuando lo más facil hubiese sido elegir su ayuda. También quisiera pedir perdon a todas aquellas personas que alguna vez esperaron algo de mí y llegaron a sentirse "decepcionadas" y de paso a aquellas que por una u otra razón se sintieron orgullosas. La verdad es que siempre he sido un ser demasiado egoísta como para fijarme sinceramente en lo que cualquier otr@ espera de mi. A todos aquellos - que tampoco han sido tantos - que pasaron por mi cama sin que yo notara su presencia tambien debo pedirles que me perdonen, pero sigo siendo demasiado egoísta como para pensar en un placer que me es imposible porque está más allá de los límites que demarca mi piel. Le pido perdón a todas las causas que se me fueron quedando en el camino, a las que el agotamiento de la esperanza o la falta de compromiso terminaron venciendo. A l@s amig@s no hay por qué pedirles perdon, pero solo por si acaso me sorpende la muerte, espero que cada uno sepa perdonarme por los hechos o las omisiones. Y finalmente pido perdón por el hecho de que poco me importa el perdón de Dios o de los demás, de que me da igual el cielo que el infierno porque ya en vida los estuve visitando y ninguno de los dos me gustó o me desencantó más que el otro. Eso si tu ya sabes que a ti si te pedí perdon sinceramente porque nunca fué mi intención hacerte daño, aparte de eso, solo debo perdirme perdón a mi misma - en la multiplicidad de mi ser - por todas aquellas ocasiones en las que perdí la autenticidad en nombre del maldito "deber ser".

El dolor de la lucidez

Hay cada día mas gente en el mundo que no ha encontrado el botón de encendido en su cerebro. Es una lástima pero comprendo bien que no lo hayan hecho hasta ahora, será porque yo una vez lo encendí sin saber cómo ni cuándo pero también perdí la ubicación del minúsculo botón. Tantas veces he sentido la necesidad y las ganas de apagarlo pero parece ser que el jodido botón venía con el mensaje de autodestrucción incorporado. Y no hay más remedio que seguir cargando con la agonía de la lucidez, cuya única satisfacción consiste en la consciencia que se tiene de tenerla pero que se hace difícil cuando tanto pensar ya no te deja vivir.

de colores

Es curioso verse nuevamente sentada frente al computador, intentando una nueva entrada para este blog que poco a poco se va quedando sin aliento. Y no es por falta de temas de los cuales hablar o por falta de anecdotas que relatar... es solamente que las v e r d a d e s se me antojan tan etéreas que no pienso que valga mucho la pena registrarlas. Sin embargo, escuchaba ayer a los "especialistas" hablando sobre la importancia de verbalizar ciertas experiencias para dejarlas salir de nuestro sistema, y eso sí que me ha dado algo de que hablar.

Me hacían pensar en todas aquellas experiencias que se escapan a la racionalización del lenguaje... todo eso que aprendemos del mundo no por la vía del entendimiento sino por la del sentimiento. Y puede resultar más riesgoso dejarse llevar por el sentimiento puro, las consecuancias suelen ser más graves... pero también lo son las satisfacciones obtenidas. Y aunque nunca podré registrarlas en este blog, porque necesariamente debo recurrir a palabras que aún no se han inventado y que yo misma no consigo inventar, seguirán estando aquí... esperando el día en que el mundo deje la ceguera del blanco y negro y se atreva a soñar junto conmigo un u n i v e r s o que acoja la infinidad de colores que hay en el intermedio. Los que he sentido mientras absurdamente intento encontrar "la razón" de mi existencia.

Por favor

Ni en el fondo del vaso, ni al final de la raya, ni con el paso del humo encuentro nada distinto. En diferentes formas, con empaques de distintos colores, con diversos aromas, con infinidad de disfraces solo puedo verte a ti. Y no se a donde pretendes llevarme y ya no me quedan fuerzas para seguir esperando a que reveles tus intenciones. Sácame de aquí o abandóname de una buena vez, sálvame o acaba conmigo, pero no me dejes esperando, no de esta manera, no sintiendo la miseria hasta en el más infimo resquicio. Decide de una vez si te quedas allí o terminas de estar conmigo.

Pensé necesitarte para que vigilaras la entrada, para mantener la mentira a ambos lados de la puerta. Pero me he dado cuenta de que nunca te quedas allí, de que eres omnipresente y estás incluso donde no te quiero, incluso cuando escapo para no escuchar tus inútiles verdades. No se cuál de las dos habla ahora, pero quisiera lanzarte una pregunta a ver si alguna de las dos conoce la respuesta ¿en qué momento, en que jodido momento, soltaste mi mano y te converstiste en otra?

Desde el infierno

Ya no se a quien intento engañar, desde hace tiempo lo unico que encuentro tanto adentro como afuera es esta infinita tristeza. Como si estuviese enferma de depresión, como si permaneciera inmune a la felicidad. Ya no encuentro ningun espacio de ningun universo de este inmenso planeta en que sentirme bien. Ya lo se que el mundo no puede ser perfecto, ya lo se que la vida solo tiene el sentido que queramos darle, ya lo se que hay mil razones para no sentirme así. Ya se que no estoy sola si quiero, ya se que hay quienes amo y quienes me aman. Pero no puedo sentir otra cosa que no sea esta tristeza. Y quisiera que estuvieran aqui, pero no quiero que me vean así. Hace un tiempo que la vida y la muerte se me antojan lo mismo y no me apetece ninguna. Hace un tiempo que lo unico que siento es que no que quiero estar mas aqui, ni allí, ni en ninguna parte. Hace ya un tiempo que se agotaron mi deseos de vivir, mis deseos de amar, mis deseos de morir. Y ya no se que es lo que quiero hacer sin ellos, parece que no es mucho lo que puedo hacer. El hastío es tan grande que no me animo ni a acabar con mi vida, ni me animo a arreglarla, ni tengo fuerza para escapar de nuevo. Creo que ya se suficiente y que nunca debí haber llegado tan lejos. No se donde comenzó todo a derrumbarse, no se en que momento me perdí tanto al intentar encontrarme. Mi vida ya no puede salirse de este cuarto, aunque me encuentre muy lejos de él no puedo evitar darme cuenta de que sigo estando allí, de que nunca he dejado este mismo sitio. Y este sitio es la soledad y la tristeza perfectas, con su perfecta miseria y su perfecta inutilidad. Y no se si al escribirle aún no sabiendo a quién ni por qué estoy lanzando un grito de auxilio o solo un mensaje de despedida. Ya lo se que no quiero sentirme asi, ya lo se que no me sirve de nada, pero esa es quiza la peor parte de mi enfermedad y de esta demencia, y es la maldita conciencia de estar enferma, de estar demente y poder jugar a que no lo estoy.

Santiago

Me gustaría tanto tener su capacidad de tomar un caramelo y convertirlo en el centro del universo, de llorar con aparente tristeza solo un segundo antes de rebosar de alegría porque vió el cielo a través de la ventana. No se trata de ser anacrónico, no se trata de ser un adulto infantilizado, debería tratarse únicamente de volver a fundirse con el universo, de no distinguir el bien y el mal, de no separar el cielo del infierno, de no diferenciar el dolor del placer. O en todo caso de crear definiciones que no nos creen tantos males, tantos infiernos, tantos dolores.

Hablemos de la soledad...

Ha sido la musa de una gran variedad de artes, también ha sido la explicación de mil miserias y suicidios. Es espacio creador pero tambien la demarcación de muchos puntos finales. ¿Es la soledad simplemente nuestro destino? ¿Es como el amor una antinomia de vida y de muerte?

Es mi soledad mi refugio favorito, es mi soledad solo una imposibilidad del otro, es mi soledad un escenario de libertades, es mi soledad un poco de hastío un poco de confort. Quizá es mi soledad también inexistente, quizá es suficiente la compañía de mis demonios, porque cuantó más conozco, cuanto más comprendo, más a solas estoy con ellos.

Los motivos

Me levanté con la sensación de que el día de hoy marcaba un nuevo comienzo... lo juro. Borre todo el blog porque los nuevos comienzos requieren siempre cierres. Todo iba muy bien... pero luego llegó de nuevo: El reflejo de mis ojos en el espejo mientras aspiraba el cielo... tren equivocado, destino final, este infierno. No quiero llorar, tampoco siento ganas de reir... sólo lo supe y lo elegí. No queda otro camino, habrá que esperar. Por ahora solo comienzo de nuevo este blog.